Volvimos a coger con fuerza las carreras por montaña, Benalmádena fue otro punto de partida del sufrimiento que nos encontraríamos. No escarmentamos y seguimos sufriendo, sabíamos que era un carrera dura y que terminarla era el objetivo como así fue. Nos cayó por momentos las de CAÍN, preguntándome como todos que que COÑO HACÍAMOS AQUÍ UN DOMINGO, CON LO AGUSTITO QUE ESTARÍAMOS UN DOMINGO POR LA MAÑANA NO HACIENDO NÁ, la típica pregunta del corredor en la que nunca hacemos caso, VAYA GILIPOLLAS QUE SOMOS, SIEMPRE CAEMOS EN LO MISMO, YA NO VENGO MÁS, Y AL DOMINGO SIGUIENTE NOS METEMOS EN OTRA PEOR. Los corredores somos deportistas por excelencia de mucha capacidad de sufrimiento para esta modalidad de cxm, sean cortas o largas, venimos a sufrir, es lo que hay, siempre tendremos otros deportes mas asiduos en la que podremos participar, pero nunca nos ofrecerán esta capacidad de sufrir para los momentos duros que llegarán. Mucho frío pasamos por momentos, granizada aunque pequeña que me hicieron sentir congelación en las manos y echar mano a los guantes para poder agarrarme bien y sentir la cuerda del último empuje final, una vez bajando entramos en zona caliente y pudimos calentar de nuevo y proseguir cuesta abajo y sin frenos los cuatro km de zona técnica, algunos caídos como siempre por estos terrenos y yo nuevamente gracias a los ritmos de tortuga ninja volvimos a llegar sano y salvo en 2h: 46 m en estos 16 km bastante duros sin poder casi correr, pues el terreno me daba poco márgen dentro de mis pocas limataciones en el aspecto físico que es lento. Preparado estamos para acometer el siguiente reto, esperamos llegar y contar que hemos llegado aunque sea a rastras, cruzar la linea de meta es mi objetivo prioritario para el próximo evento, a ver si tenemos un buen día y conseguimos llegar.
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